Empezamos el año con nuevos retos y las mismas ganas de luchar. 2023 no acabó de la forma deseada, pero nos demostró que como sector estamos más unidos que nunca. Las líneas estratégicas para los próximos meses pasan necesariamente por el 31 de marzo, fecha clave para la aprobación final de la nueva regulación. Estas primeras semanas nuestros esfuerzos para rebajar la presión de la nueva ley pasan por acciones de lobby y comunicación. Estamos y debemos seguir presionando a la Generalitat. Pero debemos recordar que después del 31 de marzo hay vida, no es el fin. No es un esfuerzo a corto plazo. A partir del día siguiente la vida seguirá y el turismo nos seguirá necesitando. Vamos a utilizar todas las vías a nuestro alcance. El Constitucional o Europa. Informes como el de Competència, absolutamente demoledor contra el decreto, nos avalan. Nos avalan el soporte externo obtenido, las conversaciones dentro y fuera del Parlament y en centenares de ayuntamientos a lo largo de todo el territorio, y la calidad del turismo que ofrecemos y buscamos. Defendemos y seguiremos defendiendo nuestros derechos. El reto, más allá del redactado final de la ley, es no desfallecer ni quedarnos sin gasolina. Fue un final de año extenuante y estos primeros meses lo seguirán siendo, pero estamos fuertes, los datos y los argumentos juegan a nuestro favor.