La Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (APARTUR) respeta la decisión judicial sobre el edificio de la calle Tarragona, después que un juez haya dado la razón a los promotores del bloque de viviendas que van a tramitar la licencia turística durante el periodo de suspensión del Peuat de 2019. Con todo, desde la patronal se apuesta porque la ciudad pueda tener un "crecimiento ordenado" del sector y de acuerdo con el que establezcan las administraciones. "Es lo que nos gustaría", afirma el presidente de APARTUR, Enrique Alcántara. En este sentido, Alcántara recuerda que en Barcelona hay un total de 9.500 pisos turísticos, que representan el 1,2% del parque de viviendas de la ciudad: "Es una de las grandes ciudades españolas con una proporción más baja de viviendas turísticas y donde la actividad está más regulada y profesionalizada desde hace más tiempo".
El dato contrasta con el de hace diez años. El 2013 en la ciudad había el doble de oferta, ya que buena parte de esta era ilegal. Alcántara aplaude el trabajo del consistorio en estos años por erradicar el mercado negro, pero reclama que se legisle para profesionalizar aún más el sector y que este pueda crecer de manera ordenada y regulada.
En Barcelona no se dan licencias para viviendas de uso turístico desde 2014 i, en el caso de Ciutat Vella, la prohibición es del 2005.