Cuando estamos en plena temporada turística, el gobierno catalán anuncia que impulsará una nueva ley para regular los alquileres turísticos y los de temporada. La noticia aparece cuando las cifras de ocupación nos sonríen. Seguimos con una de cal y una de arena, en lo que ya se ha convertido en la línea habitual del sector. Y todo, además, cuando en plena campaña electoral para las generales vuelven a ser muchos los partidos que nos utilizan como recurso fácil para rascar algunos votos de más. Está claro que es más fácil culpar a los pisos turísticos de la falta de vivienda y de la subida generalizada de precios, que decir que faltan políticas de alquiler y vivienda social. Nosotros seguimos y seguiremos diciendo alto y claro, y a quien nos quiera escuchar, que lo nuestro no es entrar en polémicas, que nosotros estamos aquí para trabajar; para seguir aportando riqueza y generando impuestos que luego se utilizan para financiar la sanidad de la ciudad, los colegios, la limpieza de nuestras calles; y para impulsar un mejor turismo para Barcelona.