Pasan los días y los argumentos van cayendo por su propio peso. Toda aquella persona imparcial que nos escucha se acaba haciendo la misma pregunta: ¿Cómo es posible? ¡Los pisos turísticos no van a solucionar el problema de la vivienda! Los datos nos dan la razón y la actuación unilateral del Gobierno no hace más que confirmar que el Decreto (ya no necesita ni apellidos) es una animalada y un abuso en toda regla. Llevamos semanas de trabajo sin descanso, picando puertas, hablando con medios de comunicación, reuniéndonos con políticos de todos los colores (bueno, de todos no) y así seguiremos hasta el final. La semana que viene tenemos una batalla importante en el Parlament pero pase lo que pase no será la última. La covid, el confinamiento, el posterior cierre de fronteras, llevamos años con situaciones que han puesto al sector al límite y todas y cada una de estas situaciones no han hecho más que demostrar que somos un sector fuerte, unido y que si nos lo proponemos somos capaces de superar la peor de las situaciones. Estoy convencido que esta no será menos.